No hay otro manga ni anime en la historia que haya causado lo que Dragon Ball a nivel mundial. Ser un referente de la narración gráfica y de la animación y ser conocido por hasta los que nunca se han acercado directamente a la obra de Akira Toriyama, no cualquiera lo logra. Que el 40 aniversario de la primera publicación del manga se dé en un año en que su autor falleció y su último proyecto animado se encuentra en emisión con Dragon Ball Daima, enmarca aún más la importancia de la historia del saiyajin Son Goku y los guerreros Z.
Seguramente cuando se publicó el primer capítulo el 20 de noviembre de 1984, Toriyama nunca imaginó lo que provocaría. El adaptar Viaje al Oeste, una clásica novela china del siglo XVI, en Dragon Ball y, posteriormente, hacer lo mismo con el mito de Superman en Dragon Ball Z (sobreviviente de un planeta destruido, lo cual le da un origen extraterrestre al protagonista y la razón de su fuerza sobrehumana), fue el hit que necesitaba la industria.
¿La razón? El carácter afable e ingenuo de Goku, los personajes entrañables, villanos que albergan una gran maldad cuyas muertes son igual de memorables, peleas intensas y sangrientas, con un toque de artes marciales, filosofía budista, aventura, comedia, drama, acción y hasta ciencia ficción, lograron poner a Dragon Ball en un hit nacional.
En México, la primera edición del manga fue publicada del 2000 al 2003 por Grupo Editorial Vid. En un principio, se lanzó en formato americano, es decir, tal como si se leyera un cómic y con dos capítulos por número. Sin embargo, luego de publicadas decenas de volúmenes bajo este formato, la editorial decidió cambiar al estilo japonés, el cual incluía cinco capítulos y se implementó la lectura de derecha a izquierda. Este fue el parteaguas para que en el país, así como en Centro y Sudamérica, se comenzara a publicar el manga traducido de esta manera. ¿Y saben cuánto costaban estos tomos? Doce pesos de ese entonces.
Ahora hablemos sobre el impacto de Dragon Ball como anime. Cuando una tarde de 1995 se estrenó en la televisión abierta mexicana (nueve años después de la primera emisión en Japón), los niños no paraban de hablar sobre ese niño que vivía en las montañas, sabía pelear y tenía una cola de mono. Cuando la animación de Dragon Ball Z era un furor en Japón en 1989, en nuestro país se emitió hasta 1997.
Pero ese lapso de tiempo para que los nipones exportaran la animación, aún inseguros de cómo se recibiría en este lado del mundo, no mermó en México. La violencia espantó al sector conservador y a algunos padres, pero eso no pareció importarle a los niños y jóvenes que sólo deseaban convertirse en un súper saiyajin y hacer un kame hame ha. Goku, Vegeta, Piccoro y Gohan estaban en todos lados, ya nada podía detener el boom que causó la obra de Toriyama. El doblaje ayudó también a que los personajes tuvieran un toque único y, seguramente, es el causante de la también gran admiración y cariño que se les tiene a estos profesionales en el país.
Dragon Ball Z, más en específico, dio la entrada al país de más anime emitido en canales públicos, debido a la gran recepción de audiencias. Simplemente el capítulo en que Goku se transforma en súper saiyajin causó que los niños apresuraran a sus padres para llegar pronto a sus casas después de la escuela porque no querían perderse ese momento épico. Todos los ojos veían ese legendario episodio, el cual es un parteaguas en la historia de Toriyama. Por ello, es raro que en México alguien no conozca a Goku y compañía. Quizá no sabrán su nombre, pero lo identifican.
No por nada, en las elecciones del 2018, varios candidatos a presidentes municipales a lo largo del territorio mexicano decidieron transmitir en plazas públicas el capítulo 130 de Dragon Ball Super, el cual concluía con la saga del Torneo de Fuerza, todo para llegar al público joven y otaku.
Ahora bien, ¿cómo fue la influencia del manga y anime en la tierra del Sol Naciente? Mucho de los mangas posteriores a la publicación de Dragon Ball tuvieron elementos similares o quisieron rendir honores a la obra cumbre de Toriyama. Simplemente, Eiichiro Oda, (One Piece), Masashi Kishimoto (Naruto), Tite Kubo (Bleach), Hirohiko Araki (JoJo's Bizarre Adventure),Yoshihiro Togashi (Yu yu Hakusho), Hiro Mashima (Fairy Tail), Kohei Horikoshi (Boku no Hero Academia), entre otros, decidieron ser mangakas debido a su influencia. Tan así que la reedición en Japón del manga de Dragon Ball y Dragon Ball Z cuenta con portadas hechas por muchos de estos artistas, quienes emulan a su estilo las realizadas por el sensei.
En animaciones tanto dentro como fuera de Japón, los personajes y escenas emblemáticas también han sido parodiadas y homenajeadas. No por algo es un símbolo de la cultura popular moderna. Los murales urbanos alrededor del mundo incrementaron tras el repentino y lamentable fallecimiento de Toriyama el 1 de marzo de 2024, hecho que tocó los corazones de millones de fans alrededor del globo, quienes se unieron en una Genkidama en honor al artista. Un luto mundial.
Sin embargo, la muerte del creador no terminó con todo. Al momento del deceso, ya estaba en producción su siguiente proyecto animado Dragon Ball Daima, el cual, a diferencia de Dragon Ball Super (en la que había cedido gran parte de la creatividad a su pupilo Toyotaro), es completamente derivado de su genialidad, tanto en dibujo como en guión. Daima, que actualmente se encuentra en emisión vía streaming, recuerda un poco al sentido de la aventura y a la importancia de las Esferas del Dragón como parte fundamental de la trama.
Los homenajes al sensei, visto con diseños inspirados en personajes de otros de sus trabajos, así como elementos en el opening y ending, hicieron que los fans se conmovieran en este año tan cargado de emociones para los que crecimos viendo a Goku y hemos envejecido como él.
Cuarenta años y seguir tan vigente en un mundo que está plagado de contenido y éxitos momentáneos no es fácil. Seguramente los años pasarán y seguiremos viendo a niños con sus playeras y mochilas de Dragon Ball. O, los que son mis contemporáneos y más grandes, seguiremos adquiriendo figuras y otros artículos de la franquicia. La huella que dejó Akira Toriyama con su legado intergeneracional permanecerá. Seguro si tuviéramos las Esferas del Dragón, desearíamos que la fantástica aventura nunca terminara.
@YukiVongola