viernes, 28 de febrero de 2025

Dragon Ball Daima: un homenaje a Toriyama que redefine la saga

 Millones de fans alrededor del mundo hicieron una pausa para ver el final de Dragon Ball Daima, un anime que no sólo honró el legado y la obra póstuma de Akira Toriyama, sino que también devolvió al universo de Dragon Ball ese sentido de aventura que lo caracteriza, aunque no estuvo exento de algunos tropiezos. Desde su estreno, la serie logró capturar la esencia que hizo grande a la saga, combinando elementos clásicos con giros innovadores que mantuvieron a los fans expectantes, especialmente durante los últimos tres capítulos. Sin embargo, su desenlace no alcanzó la profundidad emocional que otras entregas de la franquicia sí lograron transmitir.


En el clímax, Goku alcanzó y superó el nivel del Super Saiyajin 4 (SSJ4), desatando un poder nunca antes visto. Este momento no sólo fue visualmente impactante, sino que también rindió homenaje a las transformaciones icónicas de la saga, canonizando una forma que originalmente apareció en Dragon Ball GT, aunque con algunas variantes.

El villano Gomah, a pesar de recibir el kamehameha más potente en los 40 años de la historia de la franquicia, no fue derrotado mediante fuerza bruta, sino a través de una técnica de sellado ejecutada con la ayuda de varios personajes. Este recurso narrativo evocó técnicas legendarias como el Mafuba, utilizado contra Piccolo Daimaku en Dragon Ball.

Muchos fans esperaban que Vegeta alcanzara el SSJ4 y se fusionara con Goku, especialmente tras la revelación de los insectos que compró en el Tercer Mundo Demoníaco. Sin embargo, esto no ocurrió. En su lugar, se priorizó el trabajo en equipo, lo cual, aunque noble en intención, hizo que el final se sintiera un tanto abrupto y carente de la espectacularidad esperada para derrotar a un antagonista como Gomah, quien parecía invencible. Las situaciones cómicas durante esta escena restaron intensidad a la primera mitad del episodio 20, donde la pelea entre Goku y Gomah destacó por su impresionante calidad de animación y tensión dramática.

Junto con estos detalles menores y un tono más infantil en ciertos momentos, algunos aspectos de la trama resultaron confusos o simplemente no aportaron mucho al desarrollo general. El sentido original de la aventura y la búsqueda de las Esferas del Dragón, así como la nostalgia que caracteriza a la saga, se vieron opacados por un ritmo apresurado hacia la conclusión, lo que dificultó que la audiencia se conectara plenamente con el cierre de la historia. No obstante, el final deja la puerta abierta para que Daima continúe en el futuro, ofreciendo la posibilidad de retomar lo que los fans esperan ver en esta icónica obra.

Daima canceló los eventos de Dragon Ball Super, creando lo que podría ser una nueva línea temporal que permitió explorar caminos inéditos sin ataduras. Aunque inicialmente se promocionó como un puente con Super, esto no se materializó, especialmente debido a las transformaciones de SSJ3 de Vegeta y SSJ4 de Goku, así como a la explicación del rejuvenecimiento de Bulma, un tema que ya se mencionó en la película Dragon Ball Super: Broly.

La serie también incluyó numerosas referencias a Dragon Ball GT, una obra que, aunque incomprendida en su momento, ha sido revalorizada con el tiempo. Esto se debe en parte a ciertos capítulos de Daima que resultaron flojos en comparación, a la falta de desarrollo de algunos personajes, a las motivaciones de los villanos y la razón de las transformaciones en SSJ4. Varios paralelismos entre ambas series se hicieron evidentes, no únicamente en las escenas, sino también en los openings de ambos animes.

El episodio final se emitió en los primeros minutos del 1 de marzo, coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento de Akira Toriyama. Este detalle emotivo sirvió como un homenaje al creador de la saga, cerrando un ciclo con respeto y admiración por el sensei que inspiró a millones de personas en el mundo a perseverar a través de sus personajes entrañables.

Dragon Ball Daima fue un viaje que conectó el pasado, el presente y el futuro del universo creado por Toriyama, un legado que parece seguir resonando en las generaciones venideras. Con una animación espectacular en sus episodios clave, una narrativa emocionante en su inicio (aunque con un leve declive en la parte intermedia) y numerosos homenajes a series anteriores, Daima demostró por qué Dragon Ball sigue siendo un fenómeno global después de 40 años, rompiendo internet en las semanas previas a su conclusión.

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