El doblaje para los amantes del anime, sobre todo en su boom durante las décadas de los ochenta y noventa en México, es motivo de culto y de gran nostalgia ahora que muchos son adultos.
Para aquellos que vimos anime en esos años, recordar las frases: "¡Dame tu fuerza, Pegaso!", con la voz de Jesús Barrero, u "¡Hola, soy Goku!", dicho por Mario Castañeda, o "¡Carta Clow, libérate!", gritado por Cristina Hernández, o "Pikachu, yo te elijo", de Gabriel Ramos, nos remontan a nuestra infancia y, con sólo escucharlas, ligamos más voces a más personajes que marcaron parte de nuestras vidas.
Su calidad es tal que, incluso, los actores de voz japoneses reconocen el trabajo de los mexicanos, tal como le sucedió a Enzo Fortuny al dar vida a Inuyasha, quien fue felicitado por Kappei Yamaguchi por darle más personalidad al personaje; pero, en algunos casos, la preferencia por los doblajes se da debido al timbre de la voz, tal como sucede con Goku, cuya voz japonesa no es del agrado de todos cuando tenemos más en nuestra mente la de Mario Castañeda.
Incluso, los opening y ending interpretados en español por Ricardo Silva, Adrián Barba, Mauren o César Franco, entre otros, eran realmente buenos, adaptando e interpretando las letras japonesas, y sus versiones en inglés, para tener como resultado canciones que, hoy en día, los fans de estos animes cantan a todo pulmón; si bien, cuando yo las escucho en japonés y subtitulada las letras son igual de hermosas, no me produce la misma sensación que oírlas en español, por ejemplo, "Butter-fly", de Digimon.
El impacto de estos actores y cantantes es tal que, cuando se presentan en convenciones de anime o dan conferencias, muchos fanáticos se reúnen a verlos y escucharlos, disfrutando pláticas de personas humildes y amables que aman su trabajo, que no siempre es muy bien remunerado.
Se cree que el ser actor de voz es algo fácil, que sólo hay que sincronizar la voz con el movimiento de las voces, pero va más allá: ellos estudian actuación y después se especializan en el doblaje; ellos se dedican a transmitir y producir sensaciones y emociones con su voz, además de ser diestros en los escenarios teatrales por sus gestos y fuerza vocal; esto no es sencillo, ya que la mayoría de actores hacen televisión o películas, trabajo que es diferente.
Por ello, me resulta molesto que actores famosillos que no tienen la preparación para hacer doblaje sean quienes últimamente se llevan estos papeles en películas animadas, dejando de lado a quienes sí lo saben hacer. Esta situación es diferente en los actores ingleses o estadounidenses, ya que, como comentó en una entrevista Rossy Aguirre (Akane Tendo en Ranma 1/2), su preparación en el arte de la actuación abarca todos sus tipos, por lo que tienen mayor idea al respecto; por tanto, oír a Tom Hanks dándole vida a Woody en Toy Story es excelente.
Si bien, últimamente hay muchas críticas al doblaje mexicano, hay que recordar que es un trabajo exigente y que los actores hacen lo mejor en la adaptación de las películas, series y anime en nuestra lengua; sobre todo, me quedo con aquellas voces que se grabaron en mi mente y en mi corazón por darle mayores matices a varios personajes, que en su idioma original no siempre se les da, y que son más entrañables para nosotros por el simple hecho de escucharlos con los actores de voz que son ya clásicos para los fans del anime en México.
Comparto con ustedes un video en que podemos ver a Mario Castañeda y René García doblando en vivo escenas de Dragon Ball Z, durante la Feria Internacional del Libro del Instituto Politécnico Nacional:
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