viernes, 2 de febrero de 2024

[Bishonen] Ron Kamonohashi (Kamonohashi Ron no Kindan Suiri)

Qué mejor personaje para regresar a esta tan amada sección de chicos bellos del manga/anime que con Ron Kamonohashi, creador por la autora por la cual inicié este blog, Akira Amano.


Este chico, protagonista de Kamonohashi Ron no Kindan Suiri, traducido como El misterio prohibido del susodicho, es un brillante y atractivo detective hundido en un hoyo negro tras un hecho terrible.

Debido a su obsesión con resolver casos difíciles que ponían a prueba su inteligencia e ingenio, ingresó a la Academia Blue, especializada en formar detectives a nivel global, con sede en Londres. Un prodigio que destacó entre sus compañeros y recibía el reconomiento de sus profesores. Sin embargo, todo cambió cuando en un ejercicio en que él y sus compañeros debían resolver un crimen, ocurrió algo que nadie esperaría. Ron sufrió un desmayo y cuando despertó se encontró con que sus colegas estaban muertos y él era el único en pie con un cuchillo en la mano. Una cicatriz en su cuello apareció, sin saber el significado.

Si bien, no se probó que fuera el culpable tal cual, la escuela le quitó su licencia como detective y lo amenazó con que si volvía a ejercer, lo matarían. El denominado Caso Sangriento fue para Ron un gran golpe, debido a que le habían quitado aquello que más le apasionaba. 

Regresó a Japón y se mantuvo como un hikkikomori durante cinco años hasta que un inexperto y un tanto atolondrado detective de nombre Totomaru Isshiki fue enviado para pedirle su ayuda en un caso de asesinato. 

Pese a la negativa y al miedo de las consecuencias de ofrecer su ayuda, Ron terminó accediendo y colaboró con Toto en ése y más casos, siempre dando pistas o comentarios a su nuevo amigo para que él le pensara tantito y descubriera la verdad de las investigaciones detectivescas, así, Ron no estaría infringiendo el decreto mortal de Blue y podría saber qué fue lo realmente sucedió aquel día.

Claro, además de su agilidad mental, el joven Kamonohashi  posee una habilidad extraña, razón por la cual tampoco quería volver al campo: inducía al suicidio de los culpables. Entra en una especie de trance, en el cual sus ojos, por lo general cubierto por su cabello, se tornan de diferente coloración y con voz imperativa presiona a sus sospechosos para que se maten para resarcir el daño provocado. Toto es el que se encarga de impedir que Ron se ponga en este modo loco.

Quitando ese dato, el genial detective tiene lo mejor de mis personajes favoritos de Akira Amano: el humor a veces simple y negro y las extravagancias de Reborn y una mezcla de las apariencias sensualonas y la inteligencia de Kyoya Hibari y Mukuro Rokudo. O sea, es el paquete completo, por eso la jefa de Toto se enamoró de él.

Es pésimo para disparar armas, ama el jarabe de azúcar, le gusta tenderse junto a los cadáveres para prometerles justicia y, por si fuera poco, es descendiente de Sherlock Holmes y James Moriarty, así que ya sabrán del por qué del Caso Sangriento.

Admiren más de Ron Kamonohashi.










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