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sábado, 1 de febrero de 2025

20th Century Boys y las curiosas similitudes con Trump

Hola! Les comparto esta comparativa increíble entre Amigo (Tomodachi), de 20th Century Boys y Donald Trump, escrito para La Jornada.

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Parece que el manga 20th Century Boys vislumbró el ascenso presidencial de Donald Trump por segunda ocasión, así como los sucesos claves durante su campaña y de sus proyectos políticos. La obra, que combina la ciencia ficción y el thriller psicológico, ahora puede verse como un manga realista, muy actual y como una guía sobre las resoluciones e intenciones del líder estadounidense y su afectación a diversos sectores de la población, como el tema de la manipulación y el poder, mismos que son el eje central de la historia creada por Naoki Urasawa en 1999.

La historia del manga sigue a Kenji, un hombre común que se ve envuelto en una conspiración global que involucra una secta apocalíptica liderada por un misterioso individuo llamado “Amigo” (“Tomodachi”). El pasado y el presente de los personajes se entrelazan, desvelando secretos oscuros relacionados con un grupo de amigos de la infancia que, sin saberlo, podrían haber creado las bases para el desastre mundial que están viviendo. 

La trama de 20th Century Boys es compleja, extensa, tiene muchos giros argumentales y aspectos de estudio como la cuestión del control de masas, entre otros, por lo que sería muy largo escribir sobre cada punto en específico, por lo cual me concentraré en los aspectos que relacionan a la figura de “Amigo” con la llegada de Trump a la Casa Blanca, de las deportaciones masivas y de la misión de conquistar Marte.  

El atentado como símbolo del cambio y de divinidad

En el manga, el atentado y los eventos violentos tienen un simbolismo clave: el despertar de una nueva era de caos que cambiará la vida de los personajes. En la política extremista de Trump y sus confrontaciones con diversos estratos de la sociedad también fueron vistas como momentos que marcaron una transformación en la política estadounidense, alterando el panorama y llevando a reacciones radicales de los opositores. 

La violencia y la división que se produjeron durante su primer mandato (2017-2021) y campaña presidencial (2024) también pueden verse como un reflejo de las tensiones presentes en 20th Century Boys. A partir de que “Amigo” empieza a ganar notoriedad como una figura política en Japón, pero con ciertas reservas de su sociedad, finge un atentado contra el Papa. Él se interpone y recibe el impacto de bala, y es a partir de ese instante que convence al mundo entero de su divinidad, lo que deriva en que sea proclamado como el presidente del nuevo mundo. 

En el caso de Trump, el ataque ocurrido en Pensilvania en 2024, del que se hizo viral la fotografía de su oreja sangrante, su expresión confiada y su puño alzado, fue lo que terminó por apuntalarlo en las elecciones. Su imagen de mártir convenció a los que no querían su regreso y reafirmó el apoyo de sus seguidores. Y así lo constató durante su discurso del 20 de enero de 2025 al tomar posesión como el 47 mandatario estadunidense: “Sentí entonces, y creo aún más ahora, que mi vida se salvó por una razón”, dijo. “Fui salvado por Dios para hacer a Estados Unidos grande de nuevo”.

El "enemigo oculto"

En 20th Century Boys, la historia se construye alrededor de la idea de una conspiración global organizada por "Amigo", quien manipula los eventos para su propio beneficio, creando caos bajo la apariencia de un salvador. 

En la narrativa, él establece una visión en la que los "enemigos" del pueblo se identifican como fuerzas externas que deben ser combatidas. Aunque no se aborda directamente la cuestión de los migrantes, el manga hace eco de una lógica de exclusión y de control sobre lo que se considera "puro" o "legítimo". Cuando “Amigo” se convierte en el presidente del mundo, usa al ejército para deportar a millones de ciudadanos a un lugar desconocido, explicando que ellos están infectados de un virus, una mentira para reducir la población.

Por su parte, Donald Trump utilizó la retórica anti-migrante como una piedra angular de su campaña presidencial y de su pasada y actual administración. Su propuesta de construir un muro fronterizo con México y su constante discurso sobre la inmigración ilegal, como fenómeno generador de inseguridad en su país, fueron presentados como medidas para proteger los "intereses nacionales" y "recuperar el control" del país. Este enfoque resuena con la narrativa de 20th Century Boys, donde las personas consideradas "extranjeras" o "ajenas" al orden establecido son vistas como amenazas.

Y esto último lo hizo patente el presidente estadunidense al firmar el pasado martes 22 de enero un decreto que ordena la suspensión de la entrada de inmigrantes al país a través de la frontera sur con México. 

La conquista de Marte

La colonización del planeta rojo en el manga se ve a través de los planes de "Amigo" para crear una utopía fuera de la Tierra, simbolizando una forma de escape o de creación de un nuevo orden. Este intento de moldear un futuro distinto para la humanidad tiene resonancias con la idea de control absoluto y de una realidad distorsionada para la "salvación" de los seguidores. 

En cuanto Trump, que ya propuso explícitamente la colonización de Marte, maneja en su retórica los conceptos de "gran nación" y la superioridad estadounidense, analogías con la visión de conquistar un nuevo espacio. De manera indirecta, las ideas del mandatario pueden verse como una extensión de este deseo de expansión y dominio yanqui. Su apoyo a iniciativas como el programa Artemis, que busca llevar humanos de vuelta a la Luna y luego a Marte, refleja una visión imperialista del futuro. Apoyado en Elon Musk y su empresa SpaceX, busca cumplir su propósito.

Ambos personajes, además, crean corporaciones para proteger a la Tierra de amenazas extraterrestres. “Amigo” consolida la Fuerza de Defensa de Tierra para engañar a la población de que serán protegidos de una invasión, pese a que resulta inservible. En tanto, que Trump durante su primer mandato (2019) dio origen a las Fuerzas Espaciales, con las cuales se pretendía proteger a Estados Unidos de amenazas externas de nuestra órbita.

Es inevitable no sentir algo de escalofríos por las similitudes entre ambas figuras, y eso que hubo detalles que omití para no alargar el presente texto, como cuestiones de fechas y momentos importantes en el ascenso al poder. La relación entre "Amigo" y Trump exhibe una compleja interacción entre la política estadounidense y la percepción global. Mientras el presidente estadounidense sigue siendo una figura polarizadora en su país, su influencia resuena también en México, donde sus políticas migratorias han dejado cicatrices profundas. El villano del manga encarna las tensiones de una sociedad dividida y ofrece un comentario sobre cómo los líderes políticos modelan la realidad de los pueblos más allá de sus fronteras y de acuerdo a sus intereses.

@YukiVongola

sábado, 17 de septiembre de 2016

Monster: Mira qué tan grande se ha vuelto el monstruo de mi interior

El manga/anime tiene su lado serio y turbio, con historias que desentrañan algunos experimentos nazis sobre el lavado del cerebro, la raza aria y los súper hombres en la Alemania Oriental, reflejos siniestros de la sociedad.

El mundo es muy oscuro. Lo vemos a diario con las noticias: masacres por allá, experimentos con armas químicas y nucleares por ahí, discriminación y racismo por otros lares, violencia desbordada. En sí, el mundo no es oscuro ni asqueroso, sino nosotros, los humanos, quienes nos destruimos por el mero placer y poder que tenemos sobre el otro para hacerle daño. Es nuestra naturaleza humana. No hay peor monstruo que el hombre:
"Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia emerger del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella el nombre de blasfemia. (...) Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: "¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?"
Con esta cita sacada del Apocalipsis, inicia la obra maestra de Naoki Urasawa: Monster. No se trata de un dragón que incinera todo y convierte la tierra en un infierno. No. Sino de la obra de un hombre que quiere desatar el caos mediante la manipulación, la cizaña, y la venganza.


Un prometedor neurocirujano japonés, Kenzo Tenma, quien trabaja en un hospital prestigioso en Dusseldorf, Alemania. Su vida personal y profesional se encuentran en la cúspide, pero todo su mundo cambia cuando, una noche, se encuentra en la disyuntiva entre operar al alcalde de la ciudad o a un niño al que le habían disparado en la cabeza. Desobedece la orden del director del hospital al priorizar la vida del chico que corría mayor peligro, haciendo caso omiso de las políticas e intereses de su jefe.

El niño, Johan Liebheart, ahora se encuentra a salvo, junto con su hermana gemela, que sobreviven a la masacre efectuada en su casa con sus padres adoptivos la noche en que son ingresados al hospital. Sin embargo, degradan a Tenma de su puesto, de lo cual se benefician otros doctores y el mismo director. Su vida cambia, claro, pero lo hace aún más cuando esos doctores mueren misteriosamente y los gemelos desaparecen. Entonces, Lunge, inspector de la BKA, investiga el caso y Tenma es el principal sospechoso. Mas, como no hay pruebas, el caso se cierra.

Nueve años después, Tenma, con su vida ya un poco más estable, se encuentra con un Johan ya joven, quien resulta ser la mente maestra detrás de una serie de asesinatos. Johan lo deja libre, ya que agradece que él lo salvara hace años. Y, claro, vuelve a ser sospechoso de estos crímenes, y el inspector Lunge vuelve a escena, persiguiendo al japonés, ya que cree que sufre un trastorno de personalidad múltiple, y cree que el relato que éste le hiciera de Johan es pura fantasía. Ahora, Tenma se siente con la obligación de detener los planes de éste, ya que, de no haber sido por él, mucha gente seguiría viva. 

Así es como empieza la odisea de Tenma a lo largo de la Alemania de los ochenta, en que va rastreando las pistas que encuentra sobre Johan, entre ellas, el paradero de su hermana, Ana, como personajes que tienen que ver con el pasado de los gemelos y la razón de que Johan sea un psicópata, la cual se deriva a experimentos de sobrevivientes nazis que tenían como fachada orfanatos, y de un personaje particular, que moldeaban las mentes de los niños para que fueran máquinas asesinas. Esto, sin revelar mucho de la historia, lo lograban mediante la lectura de supuestos cuentos infantiles que de infantil no tenía nada. Los libros que se les daban tenían mensajes subliminales en que se le quedaba a los niños las figuras de los monstruos, y el papel de estos en el mundo humano. 

La capacidad, inteligencia y carisma de Johan le han permitido manipular personas para que asesinen por él, o bien, él mismo lo hace al ganarse la confianza de sus víctimas. No hay nada tan aterrador que un joven le hable de tal manera a un niño para que éste quiera suicidarse. Un monstruo es, cierto, pero lo fue por sus circunstancias, como verán a lo largo de los 74 capítulos de anime.

Otros aspectos que vuelven a esta obra todo un clásico ya de la animación japonesa son los escenarios  muy realistas en los que se desenvuelve la historia, los cuales abarcan ciudades alemanas y checas; la música que contrasta muy bien con las escenas; el hilo conductor de la trama que revela datos importantes sobre Johan en cada capítulo, lo que se ve también con la conexión entre los diferentes personajes que aparecen.

Un hombre que busca venganza contra aquellos que lo convirtieron en un monstruo que tiene cada vez menos de humano, y que espera a que ese ser sea tan grande que lo domine por completo y tiña todo del color rojo del infierno.

Como decía, el mundo es un asco, con miles de monstruos entre nosotros.

domingo, 21 de agosto de 2016

Golpizas deportivas: Ashita no Joe, Hajime no Ippo y Yawara!

Decimos adiós a los Juegos Olímpicos de Río y a esos deportistas que, durante dos semanas nos mantuvieron a la expectativa de los partidos y disciplinas tan diversas, en que nosotros como público alentábamos o le deseábamos mala suerte a los atletas que estaban en busca de las medallas por las cuales han trabajado casi toda su vida. Con la intensidad de estos juegos y, para finalizar este pequeño espacio dedicado a los anime/manga relacionados con estas justas, les hablaré de tres obras que darán el broche de oro a las emociones de Río 2016 mediante los golpes e impactos que producen el boxeo y el judo: Ashita no Joe, Hajime no Ippo y Yawara!

Si les parece que las golpizas que se dan en el ring son muy escandalosas, se darán cuenta que eso no es nada en comparación a las que se dan en Ashita no Joe. En esta obra de 1968, seguimos a Joe, un chico huérfano muy problemático que, debido a su carácter explosivo, ha sido expulsado de varios orfanatos. En una de esas veces, conoce a Danpei, un boxeador retirado, que intenta ayudarlo para canalizar su energía en ese deporte. Sin embargo, Joe le hace caso omiso y sigue metiéndose en problemas, al grado de que es arrestado y llevado a una prisión juvenil. Ahí, hace rivalidad con Rikkishi, con quien tiene un encuentro de boxeo que emociona a los demás presos, pero Joe lo pierde, y promete volver a enfrentarse con él por la revancha.

Cuando Joe sale de prisión, vuelve a encontrarse con Danpei, ya que desea que él lo entrene para que pueda convertirse en un boxeador principal. Joe se hace de una buena reputación y de nuevo se enfrenta contra su viejo rival, pero la lucha, pese a que él la gana, le causa remordimientos. 

No les digo más porque sería arruinarles por completo la historia, pero Joe llega hasta los campeonatos mundiales y, claro, llega a ganarlo. En esta etapa del personaje, vemos que se enfrenta contra boxeadores de otras nacionalidades, entre ellos, José Mendoza, un mexicano, que le hace ver su suerte a Joe en la final del mundial. El final de la serie es impactante, y, como comentaba el inicio, en ocasiones es más extremo que las competencias que vimos en Río. 


La siguiente obra sobre boxeo, de 1989, es Hajime no Ippo. Ippo es un chico joven que no tiene mucho tiempo para hacer alguna actividad extracurricular, debido a que ayuda a su madre en su local de venta y renta de botes para pesca. Al ser tímido y callado, los abusadores de su escuela lo molestan con frecuencia, y un día que Ippo va caminando sin preocuparse por nada, esos chicos comienzan a molerlo a golpes, sin que él pueda defenderse. En eso, alguien llega y lo ayuda. Resulta ser Takamura Mamoru, un boxeador famoso, quien se lleva a Ippo al gimnasio donde entrena. Ahí, Mamoru lo deja desquitarse golpeando un costal de arena, y así es como se da cuenta del potencial que tiene que Ippo para el boxeo. Así, para convencerlo, le pone videos de las peleas de Mike Tyson, y en ese momento Ippo desea entrenar duro para convertirse en el campeón mundial de boxeo.

Al igual que en Ashita no Joe, Ippo tendrá como mayor rival al campeón mundial, un mexicano, Ricardo Martínez. Y, es importante mencionar que Joji Murakawa, autor de Hajime no Ippo, también es mánager de boxeadores, por lo cual conoce muy bien este mundo; eso mismo se ve reflejado en que él admiraba mucho al boxeador mexicano Ricardo López, conocido también como "El Finito", quien obtuviera su primer máximo título en Japón, y tuviera una carrera invicta; por esto, es que él fue la inspiración para crear al némesis de Ippo. Tanta es la presencia de México en esta obra que, incluso, se menciona que Ricardo Martínez ganó sus campeonatos mundiales en la Arena Coliseo y en el Estadio Azteca, lugares en que se enfrentó con otro mexicano talentoso, Alfredo González y Date Eiji, ambos rivales de Ippo.

Como ven, en los años en que ambas series nacieron, México era una potencia y punto de referencia en el boxeo. Esperemos que con la medalla de bronce de Misael Rodríguez, volvamos un poco a ese entonces.

Por último, les hablaré sobre el judo. Si bien, éste es retomado en varios manga/anime, pero de manera secundaria, es en la obra de Naoki Urasawa, Yawara!, en que una chica, que da el nombre a la serie, desde pequeña ha entrenado el judo, debido a su abuelo, quien desea que su nieta sea la mejor y gane la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 (el manga se publicó en el 89). 

Mas, aunque ella es muy talentosa, odia el judo, ya que el régimen que le da su abuelo es muy estricto, lo que le resta tiempo a Yawara para que lleve una vida normal como el resto de sus amigas. Así, ella sigue entrenando por insistencia de su abuelo, y, aunque ella ya es la número uno y tiene rivales que la quieren vencer, no se lo toma en serio por lo desganada que se siente al dedicarle tanto a algo que no le gusta. Y, como la serie es para chicas, tenemos el factor del romance y de la amistad que Yawara obtiene gracias al judo, así que al final no se vuelve todo tan malo para ella.

El manga de Yawara! finaliza y coincide con los Olímpícos de Barcelona, que era la intención del autor y de la editorial. Si bien, en cuanto a los temas es más relajada que las de boxeo, es realista en cuanto al estilo de dibujo y a las situaciones que atraviesan los jóvenes que, cuando se dedican a un deporte o lo que sea por obligación, se ven entre la espada y la pared porque no quieren defraudar a quienes los han apoyado, pero quieren hacer también cosas que sean de su agrado.

México llevó competidores de judo, pero los resultados no fueron muy buenos, a diferencia de Japón que, por ser el país de origen de esta arte marcial, obtuvo dos medallas, una de oro y una de plata de Kanae Yamabe y Hisayoshi Terasawa, respectivamente.

Con esto finalizo este apartado olimpista, que espero hayan disfrutado y vean, en el caso de los manga/anime de boxeo, que no somos mediocres en el deporte, que sí cuesta trabajo y esfuerzo, pero un deportista dedicado o un amateur que guste de algunas de estas disciplinas, puede llegar muy lejos. Quién sabe, y después figuren nombres de mexicanos en próximas obras deportivas como de marcha, pentatlón, taekwondo o clavados como máximos rivales de los protagonistas.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Osamu Tezuka y su mundo robótico

Con la tecnología tan avanzada en los últimos años no es de sorprendernos que se hayan construido robots cocineros, enfermeros o recepcionistas. Justo este tema, de robótica avanzada en un mundo cada vez más deshumanizado, es tratado en numerosas anime y manga.


El padre del manga, Osamu Tezuka, creó tres mangas que toman como eje central un mundo futurístico en que humanos y robots conviven, unos son crudos y reflejan una realidad triste respecto a cómo los hombres son relegados de sus trabajos y de una vida digna por parte de los robots, otros tratan una relación de codependencia y en que los robots no son tan malos para la sociedad humana.

Metropolis es un manga publicado en 1949 que tuvo adaptación a película animada en el 2001. La historia de la película (ya que se separa un tanto del manga, pero eso no quita que sea una pieza hermosa) transcurre en la ciudad de Metrópolis, la cual está muy avanzada tecnológicamente y los robots son quienes se ocupan principalmente de las actividades antes propias de los humanos. Sin embargo, se tiene reserva de éstos, pues hay un grupo, los Marduk, que se encarga de destruir a los robots malos; además que, para tener control sobre ellos, está prohibido que los robots tengan nombre, ya que eso les daría derechos humanos.

En este escenario, llegan dos japoneses a Metrópolis, el detective Shunsaku y su sobrino Kenichi, quienes investigan el paradero del Dr. Laughton, un científico buscado internacionalmente por comercio de órganos humanos. Y, curiosamente, el Duque Red, el ciudadano más influyente de Metrópolis, le encarga al Dr. Laughton que reconstruya a su hija fallecida, Tima, como robot, y no sólo eso, sino que busca que Tima gobierne tanto a humanos como a robots.

La siguiente obra de Tezuka, y quizá la más representativa y conocida por estos lares, es Astroboy, debido a su transmisión en México durante los años setenta; su manga se publicó en 1952, y su adaptación a anime salió en 1963, siendo la primera serie animada de manera regular y la primera en blanco y negro. 

De corte un poco menos trágico que Metropolis, pero sin dejar de lado las preocupaciones por el avance tecnológico y la interacción humano-robot, Astroboy cuenta cómo, tras un accidente, el hijo del reconocido Dr. Tenma, fallece; al ver que tiene la posibilidad de revivirlo, y con la presión que tiene por parte de militares para crear un arma, el Dr. Tenma decide reconstruir a su hijo como un robot con armamentos y poderes, manteniendo sus sentimientos y emociones humanas, dando como resultado a Astroboy.

Astroboy se vuelve un héroe en la ciudad, protegiéndola tanto de humanos como de robots que quieren hacer sus fechorías, aprovechando el hecho de que, en este universo, los robots tienen libre albedrío. 

La última obra de la que hablaré es Pluto. El mangaka Naoki Urasawa conocido por una de las mejores obras de género detectivesco y triller llamada Monster, retomó el universo creado por Osamu Tezuka en Astroboy para crear una nueva historia.


En el 2003, con el permiso y supervisión del hijo de éste, Urasawa empezó a trabajar en este interesante manga, ubicado en el arco argumental de Astroboy: “El robot más poderoso del mundo”, en que Astroboy se enfrenta al robot Pluto, que ha sido creado para destruir a los siete robots más fuertes del mundo, entre los que se encuentra Astroboy. 


En el manga de Urasawa, han tenido lugar varios asesinatos de robots importantes para el mundo. El robot detective Gesicht se queda a cargo del caso, añadiéndose después otros asesinatos de robots y humanos. La investigación lleva a Gesicht a deducir que el responsable es un robot, que da el nombre al manga, y que su objetivo es destruir a determinado número de robots, incluido Astroboy.


Resuelto a detener al culpable, el detective se embarcará en un largo viaje en que conocerá a otros robots y científicos que tienen mucho que ver con el caso,  y a descubrir un pasado común en ellos que, de cierta forma, ha marcado sus vidas.

Los robots en Pluto, a diferencia de Astroboy o Metropolis, tienen derechos iguales a los de los humanos, incluso muchos de ellos tienen rasgos humanos y tienen familias, notando cómo las máquinas se han humanizado y cómo su forma de vida es, por tanto, un reflejo del hombre al ser éstas una creación a semejanza de la humanidad misma que conlleva a ciertas consecuencias.

Estas obras nos hacen reflexionar desde tres diferentes puntos de vista sobre el avance tecnológico y científico de la inteligencia artificial representada en los robots, y el papel del humano que se va diluyendo cada vez más en su propio mundo. Un día puede que veamos realizadas estas proyecciones, por ahora sólo es ciencia ficción pero, como toda buena ciencia ficción, hay posibilidades de que ocurra, y si así fuera, ¿dónde quedaría el hombre? 

(Esta imagen pertenece a una exposición de Katsuhiro Otomo, Genga, pero ilustra bien lo que quiero decir XD De hecho, él es el director de Metropolis. Y se me hizo bonita.)

jueves, 1 de mayo de 2014

[Noticia] Pluto, y su posible anime

Les traigo una excelente noticia: en una entrevista que hizo Deculture.es a Masao Maruyama, director del estudio de animación MAPPA, declaró que el estudio tiene muchos deseos de animar Pluto, y que para ello, el proyecto ya está hecho y sólo faltaría algo de dinero, 800 millones de yenes en específico, para así poder adaptar el manga en unas 8 horas, es decir, aproximadamente unos 24 capítulos.


Maruyama comentó que esta adaptación quiere hacerla, junto a la película The Dream Machine, trabajo póstumo de Satoshi Kon, antes de morir. Así mismo, ya está trabajando en Zankyou no Terror, de Shinichiro Watanabe (Excel Saga), prometiendo un trabajo más serio de este mangaka y director tan extravagante.

Para los que no sepan sobre Pluto, es un manga de Naoki Urasawa, famoso por Monster, y también es trabajo del mismísimo Osamu Tezuka, pero, ¿cómo? Pues Urasawa pidió permiso a la familia del llamado "Dios del manga" para poder hacer un manga basado en una de sus obras, Astroboy. El hijo de Tezuka, Makoto, aparece también como co-autor, pues él supervisa el manga. Por ello es que el trabajo es Urasawa-Tezuka. A lo largo de Pluto, se hacen algunas referencias a trabajos de Tezuka y, por supuesto, Astroboy sale. Por mencionar, Pluto ganó el premio Tezuka, uno de los mayores reconocimientos de manga, si no es que el más prestigioso.

Pluto se ubica en uno de los arcos de Astroboy llamado "El mayor robot de la Tierra", o "el robot más poderoso del mundo", rescatando al último enemigo robot de Astroboy, Pluto, quien da el título al manga. La historia se centra en Gesicht, un robot detective que trabaja para la Europol y que es asignado a un caso misterioso en que varias muertes de robots y humanos están entrelazadas, descubriendo que es, justamente, un robot el autor de éstas.

En un mundo futurista en que los robots tienen los mismos derechos que los humanos, y con una reciente guerra, ¿cómo podrá Gesicht llegar hasta el culpable sin ser perseguido?