domingo, 7 de septiembre de 2025

Dragon Ball Live Symphonic y la noche en que el ki se hizo música

Un gran kamehameha melancólico, pero poderoso, atravesó a miles en el "Dragon Ball Live Symphonic". El concierto fue un viaje en el tiempo que recorrió las escenas y peleas más emblemáticas del anime bajo el encanto de una orquesta sinfónica y de los cantantes originales que hicieron que el ki de generaciones enteras se uniera en una sola voz de nostalgia y emoción.

Guerreros Z de diversas edades, con peluches del dragón Shenlong, camisetas de Goku y Vegeta, y uno que otro haciendo las poses del Gran Saiyaman o siendo vitoreados por su cosplay de Mr. Satán, se dieron cita en el primer concierto oficial en la Ciudad de México de esta adaptación animada de la mente creativa de Akira Toriyama. La brecha generacional se evaporó este 6 de septiembre. El fervor por Dragon Ball vibró en el aire, testimonio de que la serie fue, y sigue siendo, un pilar de la infancia y juventud de quienes crecieron en los 90´s e inicios de este milenio.

Tras la cuenta regresiva con las Esferas del Dragón y con el golpeteo de un tambor japonés (taiko), la vuelta a la nostalgia inició con Luis De Lille al interpretar "La fantástica aventura". En pantallas se mostraba a un pequeño Goku y su encuentro con Bulma, el inicio de todo. El recorrido por su historia continuó mientras la orquesta Syncrophonia, dirigida por Rodrigo Cadet, interpretaba lo temas compuestos por Shunsuke Kikuchi: desde los sonidos de cuerdas que evocaban a situaciones cómicas, hasta la percusión y las trompetas que anunciaban la llegada del mal como Piccoro Daimaku. Piezas como "Dragon Ball Medley", "Shenlong Densetsu" y "The assassin Tao Pai Pai" demostraron por qué esta banda sonora es sinónimo de aventura.

De Lille regresó al escenario para cantar "Persiguiendo sueños", enmarcado por imágenes del entrenamiento del Maestro Roshi. El cierre musical de esta etapa, con la saga de Piccoro, se la llevó la soprano Irma Flores con el ending "Romance te puedo dar" en una versión llena de ternura.

Luego del intermedio vino la parte más poderosa: Dragon Ball Z. El cantante japonés Hironobu Kageyama, la voz del rock heroico, hizo que el ki del público se elevara con "Cha-La Head-Cha-La", uno de los openings más populares en la historia del anime. El artista, visiblemente emocionado, agradeció al público y confesó su alegría por regresar al país después de tanto tiempo. Serán unos quince años desde que acudió a una convención. 

El éxtasis volvió a crecer mientras éramos testigos de la saga de los Saiyajin. A partir de aquí, la sinfónica se fusionó con un lenguaje más de rock para narrar batallas cada vez más intensas de los Guerreros Z. En el repaso por la saga de Freezer, se hizo el eco de muchos fans que gritaron las frases de "¡Ya basta, Freezer!" y "¡Goku!", instantes previos a que Krillin muera y derive en la épica transformación de Goku en Super Saiyajin.

Irma Flores regresó a cantar "Sal de ahí magnífico poder" para proseguir con la saga de los androides y de Cell con temas como "The boy from the future", "The androids go to town" y "Cell Games", cuya influencia en varios géneros de rock se hacen presentes para seguir el frenesí de los combates."Unmei no Hi ~Tamashii vs Tamashii", interpretada por Hironobu Kageyama y centrada en el crecimiento de Gohan durante el Torneo de Cell, marcó el cierre de esta historia.

La última etapa de Dragon Ball Z, la saga de Buu, comenzó con la interpretación de Kageyama con "El poder nuestro es". "Prologue and Subtitle 2", "The time for battle is now" y "Buu Medley", cuyos ritmos cambian de manera radical de acuerdo a la transformación del personaje, resonaron en el recinto con fuerza.

El momento más emotivo del concierto fue al final de la melodía "Son Goku is the strongest of all", justo cuando Goku en pantalla pide a toda la Tierra que le den de su energía. No hubo alma en el auditorio que no levantara las manos para otorgarle su ki para formar una genkidama que derrotara a Kid Buu. Sin duda, una unidad y entendimiento entre fans que surgió de manera tan natural y comprueba lo influyente que esta obra ha sido en millones de personas. 

Hironobu Kageyama reapareció para cerrar su participación con "Ángeles fuimos", otro de los endings favoritos por la nostalgia y melancolía que transmite su letra y las imágenes, como ese Goku con alas en el Otro Mundo. 

Cuando parecía que todo había terminado, salió al escenario Aarón Montalvo, cantante oficial latino para los temas de Dragon Ball GT, y encendió al público con "Sola nunca estarás". Sin embargo, la canción que fue el broche de oro e hizo que todas las voces se unieron en un himno de amor fue con "Mi corazón encantado".

Fue una noche mágica, una travesía sonora a través de aventuras, peleas épicas y recuerdos que oscilaron entre la melancolía más profunda y la esperanza más radiante. Todo ello fue transmitido con el ki musical de la orquesta sinfónica y las voces, tanto en español como en japonés, que hicieron rememorar el por qué Dragon Ball sigue siendo un fenómeno. El éxito imperecedero de la serie se debe, en gran medida, a la genialidad de sus composiciones: piezas musicales que se entrelazaron de manera perfecta e inseparable con la esencia de sus personajes y la intensidad de cada situación, demostrando que la banda sonora es, en sí misma, el alma y el latido del mundo que Akira Toriyama nos regaló.

@YukiVongola

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