Japón, desde hace siglos, ha admirado con un peculiar sentido y respeto a la naturaleza. La forma que encontraron los japoneses para expresar tal sentimiento fue mediante la composición de poemas kanshi, es decir, poesía china, la cual era usada debido a que la escritura de Japón se había adoptado de ese país. No fue hasta la Era Heian (794-1185), cuando se empezó a escribir las letras fonéticas (kana), de la escritura china (kanji), conocida esta nueva forma como poesía waka, refiriéndose a los poemas puramente japoneses. La poesía waka simbolizaría al nacionalismo, y adquiriría gran fuerza en los ámbito político, social y cultural.
La poesía waka surge entre la aristocracia de la capital Heian. Los aristócratas recibían su educación en la universidad del Gobierno. El currículo de la universidad constaba de cuatro departamentos: Cálculo, Estudios Confucianos, Estudios Legales y Letras. En Letras se estudiaban antologías, poemas y textos históricos chinos, así como textos taoístas.
Por ello, en Japón, “escritura” se refería a la escritura china (kanbun), y los escritos en japonés (wabun) a la poesía japonesa, waka, aunque se le tenía en menor prestigio que a los escritos chinos. Sin embargo, la educación de las mujeres consistía en aprender a leer y escribir el kana, debido al prejuicio hacia las mujeres aprendices de la escritura china. No pasó mucho tiempo para que se popularizara el kana, así como el escribir ya meramente en japonés con esta escritura.
Con los años, esta actividad tomaría un carácter privado en la construcción y difusión del waka, al ser usada por los hombres en la Corte Imperial. Un aristócrata que no tuviera la rapidez e ingenio a la hora de componer un waka era calificado de incompetente, sin importar el estatus que tuviera.
El waka es una forma de 31 sílabas divididas en cinco medidas (ku) de 5, 7, 5, 7 y 7 sílabas. Usa la forma tanka, o poema largo.
La prosodia del waka es puramente cuantitativa, es decir, se basa sólo en el número. Carece completamente de elementos fonológicos y todas las sílabas se pronuncian con la misma intensidad y con la misma duración.
La unidad rítmica de los poemas waka es la combinación de medidas de 5 y 7 sílabas.
Existen dos ritmos principales del waka. Al primero se le conoce como “ritmo de cinco-siete” (go shichi chou), donde hay una pausa después de la segunda medida (5-7 // 5-7-7):
Haru tateba / hana to ya miramu / (5-7)
Shirayuki no / kakareru eda ni / uguisu no naku (5-7-7)
¿Por ser ya primavera, /será que cree que son flores? / sobre las ramas /cubierta de nieve blanca / va cantando el ruiseñor.
Y el “ritmo de siete-cinco” (shichi go chou), donde la pausa se sitúa después de la tercera medida (5-7-5 // 7-7):
Momijiba wa / sode ni kokiirete / moteidenamu (5-7-5)
Aki wa kagiri to / mimu hito no tame (7-7)
: Quisiera volver / con las mangas llenas / de hojas carmesí / que las vieran los que dicen / que el otoño ha terminado.
La composición de poemas con temas estacionales surgió originalmente por la influencia de la poesía china. Se daba un particular interés a las estaciones y a su naturaleza cíclica. Por una parte, la primavera y el otoño son estaciones en las que se pone de manifiesto lo efímero del mundo: las hojas de cerezo son espléndidas, pero enseguida se desprenden y son esparcidas por el viento; en otoño las hojas adquieren colores preciosos, pero enseguida caen y desaparecen. Por otra parte, las estaciones se renuevan. Esta dialéctica entre lo transitorio y lo eternamente cíclico parecen ser la base filosófica del waka.
Los temas también incluyen una retórica geográfica, una serie de nombres de lugares que se emplean como tópicos poéticos, denominándoseles como uta makura (almohadas poéticas). Otro tema importante son los koi no uta (poemas de querer), refiriéndose al sentimiento de querer encontrarse con alguien.
Tanta apreciación y creación poética obligó a la compilación de colecciones de waka:
Man´youshuu. Es la colección más antigua de Japón. Consta de veinte volúmenes y más de 4.500 poemas. Se estima que las partes más antiguas se editaron alrededor del año 702, y éstas fueron transmitidas a sucesivos editores.
Kokinwakashuu. Contiene 1.111 poemas, compilada por orden del emperador Daigo, en la capital Heian, y por el poeta Ki no Tsurayuki en el siglo X.
Hyakunin Isshu. Es una colección con cien poemas escritos por cien grandes poetas, compilados por Fujiwara no Teika, aproximadamente en el año 1195.
Estas colecciones siguen siendo objeto de estudio, admiración y un viaje a la cultura e historia antigua de Japón que, al mismo tiempo, nos remite a la modernidad a través de la belleza del entorno natural y a los sentimientos hermosamente descritos con las letras puramente japonesas.
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